Acusaron al Gobierno y a las fuerzas de seguridad de llevar a cabo un “genocidio indiscriminado” y de “detener y torturar arbitrariamente a los estudiantes en vez de juzgar las muertes”.

Las protestas de los estudiantes en Bangladés exigieron la dimisión de la primera ministra Sheikh Hasina y rechazaron la oferta de diálogo de la mandataria, a quien culpan de las muertes de las casi 200 personas  en las manifestaciones del pasado mes de julio.

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Con eslóganes como «abajo el autócrata», más de 2.000 manifestantes congregados en algunas zonas de la capital, Dhaka, reclamaron justicia para las víctimas y protestaron contra del Gobierno.

“Nuestra única exigencia es la dimisión del actual Gobierno autocrático. Al mismo tiempo, exigimos la formación de un Gobierno nacional aceptable e inclusivo bajo el liderazgo de una persona aceptable para todos”, afirmó en un comunicado uno de los coordinadores del Movimiento Estudiantil Contra la Discriminación, Mohammed Mohiuddin.

También acusaron al Gobierno y a las fuerzas de seguridad de llevar a cabo un “genocidio indiscriminado” y de “detener y torturar arbitrariamente a los estudiantes en vez de juzgar las muertes”.

En las grandes protestas del sábado, más de un centenar de personas resultaron heridas. Mientras que un manifestante herido hace casi un mes falleció a causa de sus heridas, elevando el número total de muertos a 197.

Los manifestantes se oponen a la reserva del 30 por ciento de las plazas en las ofertas de empleo público para los descendientes de los luchadores por la libertad en la guerra de independencia de 1971.

El Tribunal Supremo les dio la razón al abolir la mayor parte de las cuotas, pero estos decidieron mantener las manifestaciones exigiendo justicia por las víctimas de la violencia en las protestas.

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